BELCHITE: ENCUENTRO CON EL MISTERIO.

En noviembre del año que nos acaba de dejar, tuve la oportunidad, junto a mi hermano y unos amigos, de visitar uno de los enclaves más legendarios y misteriosos que quedan en la geografía española: el pueblo aragonés de Belchite viejo.

Poema trágico que se encuentra en la entrada de una de las iglesias abandonadas y destruídas de Belchite.

Belchite es un pequeño pueblo zaragozano situado a 49 km de la capital de la provincia. Entre el 24 de agosto y el 6 de septiembre de 1937 sufrió en su territorio y alrededores una de las batallas más duras e importantes de la cruenta Guerra civil española. El ejército republicano asedió el municipio que había quedado en poder del bando nacional, con el objetivo de llegar a Zaragoza. En el enfrentamiento hubo unos 6000 muertos y 12000 heridos por ambos bandos. Finalmente, los republicanos se hicieron con la victoria, pero ésta fue más dura de lo que se pensaba ante la diferencia en el número de hombres entre los contendientes. Así pues, cuando llegaron a Zaragoza, los nacionales repelieron el ataque republicano sin problemas y efectuaron una contraofensiva. Ya en el 39, cuando la victoria franquista se hizo evidente en todo el país, el general y posterior dictador Francisco Franco, en otro de sus extraños alardes, decidió dejar Belchite intacto en las ruinas, y construir un pueblo nuevo justo al lado como símbolo del triunfo militar.

Imagen de una trinchera durante la batalla de Belchite en 1937.

Este lugar quedó marcado por el dolor y el sufrimiento, y pronto se convirtió en sitio fetiche para los investigadores de lo paranormal. Llegaron las primeras psicofonías impresionantes, en las que se pueden escuchar lamentos, gritos, bombas, aviones en vuelo, y hasta fusilamientos:

Y así, con el paso del tiempo, Belchite sigue manteniendo su halo de misterio que evoca lo más oscuro del ser humano. Desde La Sombra de Eratosthenes pudimos comprobar el inquietante ambiente que se respira y se siente en Belchite. No sólo por lo paranormal es recomendable una visita (siempre con respeto) a la zona. También por ser una visita casi mística, en la que aún se puede apreciar el horror de la guerra. Pero mejores que las palabras son a veces las imágenes:

Boquete causado por la entrada de un proyectil en una de las iglesias.

Pero si de día Belchite viejo ofrece una vista espectacular del destrozo que puede causar la ira humana, de noche las sensaciones, quizá por la sugestión, se multiplican por mil. Es indescriptible lo que se siente, arropado por el bello cielo estrellado, sentado en alguna de las colinas que rodean a este emblemático pueblo (como también se puede comprobar en las imágenes de arriba).

Extraña foto la obtenida. En la entrada a Belchite viejo, se puede vislumbrar prestando mucha atención, una inquietante sombra oscura moldeada. Puede que sea una creación de alguna sombra por el flash de la cámara, o quién sabe, quizá alguna entidad fantasmal.

Durante la visita, sufrimos alguna incidencia de difícil explicación. La más importante fue la que provocó, en extrañas circunstancias, que la cámara de video que llevábamos se quedara de repente sin batería (fenómeno que se suele repetir cuando se visitan lugares marcados por la desgracia). Fue impactante, no sólo por el hecho en sí, que evidentemente también, sino por la forma en la que se comportó el aparato.

En definitiva, la visita a Belchite se hace muy recomendable para todos los amantes del misterio, de lo paranormal y del estudio de la historia.